Prime Time Perú

Quién en estos 4 último años, aproximadamente, no se ha sentado luego de una rica cena o mientras la prepara, a esperar las locuras de Joel, las picaronadas de Tito y "Pollo Gordo" o los romances de "Ricolás".
Es innegable que el horario de las 8 de la noche "ha venido a pelo" para muchos como yo, que estaban ya cansados de las clásicas novelas colombianas, venezolanas, mexicanas, y por ahí alguna u otra producción peruana buscando emular esas líneas noveleras.

Pero a mi problema de esperar esa efímera hora, que entre comerciales y corridas al baño, se reducía a 40 o quizá 30 minutos, surgió una agradable solución, una propuesta exitosa de algunos canales que, al menos a mí, que no cuento con cable, me distraen y aceleran ese espacio entre mi comida y mi sueño.

Y es que ya desde hace un tiempo, ha surgido lo que yo denominaría el "Prime Time Perú".

Una franja entre las 6 de la tarde y las 10 de la noche completamente entretenida, iniciada por Combate, continuada con Yo Soy, paralela a Al fondo hay sitio, y para algunos como yo concluida por el programa deportivo de TV Perú, o seguro para otros chismosillos por Magaly Medina.

Sin embargo frente a esta situación surge mi nuevo problema, y es un problema social, digno de una tesis, porque aunque parezca broma es muy serio, al menos yo lo creo.

La imagen que venden estos programas como Desafío sin fronteras (PANTEL), Combate (ATV), Guerra de Sexos ( AMERICA TV), sobre la femeneidad y masculinidad es de cuerpos musculosos y figuras bien contorneadas, donde está de moda jugar cuerpo a cuerpo, y ponen de manifiesto las abundantes relaciones efímeras entre participantes, que se pinta como normal, y más aún, se aplauden.

Y no es que yo de cucufato o medievista, cubro mis ojos y apuntalo. Sino que chicos de 14 a 17 en formación andan atentos y puede ser riesgoso. Sin contar que se vende, implícitamente,  la mal idea de cuerpos perfectos a través de los personajes que participan.

Muy complicado esto del Prime Time. Ya pronto tendré cable. Saludos.

Yo no puedo ser ...

Hoy y diariamente enganchadísimo con este divertidísimo programa, llamado YO SOY, andaba divagando sobre las posibles opciones, con la que presuntamente me hubiese presentado a pasar verguenza (disculpen por la falta de diéresis, no la hallo) en el entretenido casting de los imitadores más famosos del Perú, y encontré, que pese a mis denodados y cuantiosos esfuerzos, no tenía similitud con nadie, ni física, ni vocalmente, lo que me hizo sentir no tan bien.

Pero además entendí que algo que jamás podré ser es "cantante". Y sí que me hubiese gustado. Pero esto me llevó a descubrir algunas profesiones, actividades, labores, manualidades, etc etc, que para esta vida jamás podré hacer, y las paso a detallar.

La primera y ya mencionada. Cantante. Es que uno nace con la habilidad, si el término no me falla. Nace con el saborcito en la garganta o en las cuerdas, cualesquiera esté más cerca, para que las palabras tengan ese sonido que al juntarlas con los vientos y las percusiones alimentan nuestro placer auditivo.

La segunda es médico. Porque finalmente, luego de varios reportajes televisivos descubrí que cada enfermedad más rara que la otra, me alejaría instantáneamente siquiera de culminar el internado, quién sabe si en el mismísimo pregrado, algún catedrático no me desconvoca y quedo triste y abatido. Y es que para médico, no solo hay que abrir humanos como pollos, sino que hay que ser pacientes y vivir en ese ambiente tormentoso mal llamado "hospital".

La tercera, y la más complicada y jamasísima, como yo la tildaría, es ser piloto de MIG 29. Y esa si me gustaría intentar; pero mi edad, y mi condición física, para comenzar, me eliminarían recontra rápido. Sin embargo, aún me queda la esperanza de volar un B738  o por qué no un Airbus 319.

Y la cuarta y última. Me encantaría ser PACIENTE, como tú me lo pides; ese es un posible-imposible, un atardercer eterno, con un amanecer obligatorio, pero la esperanza, jamás se pierde.

Y tú, ¿qué ya no podrás ser?