5 de julio de 2009
Play Land Park
Si menciono Play Land Park (PLP), lo primero que recordaríamos muchos, serían los carros chocones, los colores deslumbrantes del carrusel, los algodones dulces tan ricos y a nuestro papá tratando de convencernos de volver a casa para poner en salvaguarda a su bolsillo.
Si les pregunto, que les parece el PLP, seguramente también dirán, que es un lugar de ensueños, que la pasaron en grande con su family, que llevaron a alguna enamoradilla cuando púberes , que se quedaron con ganas de la canchita o que simplemente siempre quisieron ir, pero nunca lo hicieron.
Ahora, si les pido que me ayuden con la dirección, la gran mayoría apuntará, que hace años que no lo visita, pero que debe estar en la avenida Aviación.
Gran sorpresa me he llevado, surfeando en la internet, cuando según la SUNAT, la empresa ESPECTÁCULOS INTERNACIONALES S.A.C. popularmente conocida con el nombre comercial de PLAY LAND PARK, se encuentra en la condición de BAJA DE OFICIO desde el 29 de abril del 2006, es decir según esto, no ha emitido comprobantes de pago desde esa fecha, lo que me hace concluir que no abre sus puertas desde el 2006. Un asunto curioso, porque en muchos foros y comentarios que circulan en la Internet, se afirma que no hace mucho funcionaba en alguna parte de San Juan de Lurigancho, deduzco que con otro RUC, o pertenecía a otra empresa, o en mi opinión de usuario, NO ERA EL ORIGINAL PLAY LAND PARK.
El Perú, como bien leí en alguna página, está lleno de bares, discotecas, peñas, restaurantes, "plazas", teatros (que es lo más facilito, tablas y actores improvisados), etc, etc, pero dónde está el entretenimiento de verdad, los roller coaster, los toboganes, las ruletas y todos esos edificios de metales que emocionan hasta al más atornillado.
Quiero que en mi Perú desaparezcan esas aglutinaciones de tierra del parque de las Leyendas, a las que llaman restos arqueológicos, que por cierto, NADIE VISITA, y no exagero esta vez, cosa que a veces hago. La jaulita de unos perros peruanos en frente de estos restos no es visitada ni por las moscas, fue triste y a la vez cómico, caminar entre toda esa tierra y ver cómo la gente ni siquiera voltea para ver qué es. Apuesto que muchos creen que es un territorio en que andan trabajando para poner más animales.
Quiero adrenalina, bulla, el sonido de las decenas de llantitas de los vagones retumbando en mi oído, mientras yo de cabeza gritándole la madre al presidente de turno.
Online emprenderé mi búsqueda del posiblemente fenecido Play Land Park en Lima, y buscaré otras opciones para darlas a conocer a mis amigos residentes limeños.
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