1 de septiembre de 2009

Jumbo


Viajar en Jumbo es ver a Iquitos por televisión utilizando nuestros 5 sentidos. En este territorio tropical donde las ahuecadísimas y desniveladas pistas tienen como reinas a las motos, surgen imponentes estos obesos y muy ventilados buses, ante la mirada de cualquier recien llegado, o algún mal llamado "limeñito mazamorrero" como yo.

Subirse a un Jumbo es sinónimo de hacer turismo en Iquitos. A través de sus "generosas" ventanas sin vidrio, pasan por nuestros ojos las pintorescas casas de hoja de Irapay, la copiosa selva amazónica y ese cielo tan bello y extenso como nunca antes he visto.

Si en Lima o Arequipa tiraríamos muchos billetitos para alquilar algún vehículo que nos haga conocer lo más resaltante de sus locaciones, aquí con 80 céntimos - pasaje único adulto- recorremos la ciudad completa, sus alrededores y hasta nos internamos al kilómetro 9 de la carretera camino a Nauta - otra ciudad loretana.-

De piel metálica, piso y techo de madera y asientos de fierro semi-acolchados, estos pseudo-buses son realmente una especie de camiones de carga, en su mayoría Hyundai HD65, a los que se les ha cambiado la carrocería y han sido muy bien acondicionados para transportar pasajeros. Gozan aún de la gracia divina, por no tener tras sus nucas a cientos de policías coimeros y a los muy famosos inspectores "CASTAÑEDienses" o "SATinos" que en Lima tienen estresadísmos a los choferes asesinos de las combis (ojo que no uso el término "combis asesinas"), a los omninibuses interprovinciales y a toda clase de vehículo que aparezca en el paso.

Sin embargo, haría falta algo de la esencia de estos inspectores en Iquitos. Justamente hoy, en el diario "La Región", aparece un artículo que señala que algunos choferes de estos Jumbos no tienen documentos, ya que a falta de conductores, las empresas ponen a manejar a sus cobradores.

Al menos hasta ahora, en mi exigua experiencia en Jumbo, me he sentido seguro, si es que hago una fugaz analogía con el transporte en Lima. Aquí no tocan el claxón como locos, no cortan o crean nuevas rutas para sacrar los bolsillos de los pasajeros, no te cobran de acuerdo a su ánimo o en relación a la cantidad de plata que les falta para pagar sus decenas de papeletas, no te molestan preguntándote cuando te vas a bajar y menos te irritan con el famoso "pie derecho".

Viajar en Jumbo es toda una aventura, además de barato, cómodo y sobre todo desestresante después de un rico almuerzo.

2 comentarios:

Santiago dijo...

hace mucho no veía estos camiones, la verdad es que me recuerdan cuando tenia uno en mi fábrica, ahora tuve que cambiarlo por mi Hyundai Hd, hay que ir avanzando pero una lastima porque me ayudaba mucho y crecí laboralmente con el

Molderinv dijo...

Saludos y gracias por visitar este blog.