Día del amigo o de la cerveza, me pregunto.
Qué estupidez tan grande, inventar una festividad para homenajear a nuestro vecino, nuestro compañero de clase, o al boticario que ya nos conoce por tantos profilácticos que compramos.
¿Acaso no es suficiente con celebrar el "día del amor" (amistad), los cumpleaños, navidad, año nuevo o las mismísimas Fiestas Patrias?
¿No vasta con salir cada sábado o domingo a parrandear, llenarse los pulmones de humo y el hígado de cebada?
Eran maso las 8 de la mañana del 4 de julio, y de muy lejos le llegaba un mensajito, "FELIZ DÍA DEL AMIGO", amiga.
Pensé que toda esa publicidad cervecera no iba a tener efecto, pero me di cuenta que el día se llenaría de llamaditas y mensajitos recordándome que para la Unión de Cervecería, no le es suficiente la cantidad de borrachos y borrachas del ebrio Perú, mas desea seguir quitando el pan de la mesa a muchos hogares, por ese líquido agrio, transparentoso y que idiotiza, personalmente hablando.
Cuántos pollos a la brasa se pierden por cada 3 botellas de esa basura, tan rica para algunos.
No es que sea cristiano, ultracristiano, que tenga cáncer de hígado, u otra vaga alternativa, simplemente, que me pongo a pensar en cuántas señoras habrán sido golpeadas hoy, por su fastuoso "DÍA DEL AMIGO".
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