5 de septiembre de 2008

La ceniza nunca muere


Dicen que al final de nuestras vidas a ceniza volvemos, claro si somos cremados.

Pero polvo, ceniza, tierra, quizá uno más denso que el otro pero al fin el parecido es casi el mismo.

Apreciaba mientras él cocinaba en carbón. La comida estaba lista y él retiraba la ceniza producida por incinerar varias de esas rocas negruzcas utilizadas como combustible fósil.

Él lo retiraba, me decía lo triste que es ver esas cenizas, y saber que pronto seremos perfectamente iguales.

Pensar en haber tenido hijos quizá, en haber comido burguer king o mc donalds, en haber tenido mucho sexo, de haber innovado posiciones para la lista del kamasutra, de haber amado y recibido amor u odio en otros casos, pensar en haber hecho infinidad de cosas y que la existencia sea tan ingrata para que vuelvas a ser pequeñísimo, no tanto como el intrépido y astuto espermatozoide que se hizo del óvulo, pero si tan insignificante como "polvillo".

Este post fue escrito y pensado en menos de 1 minuto, solo con la intención de plasmar la vida en segundos..

De todos modos la ceniza nunca muere, viviremos eternamente...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es la realidad y lo digo con conocimiento de causa, mi padre partió de estas coordenadas terrenales recientemente y parece mentira haber tenido sus cenizas en una cajita. Ohhh me vuelven los recuerdos.

Besitos aún sensibles!